Firefox, la alternativa al Internet Explorer

Hace unos días decidí darle una oportunidad al nuevo navegador gratuito Firefox. Un navegador que ha surgido como alternativa al Internet Explorer de Microsoft.

Reconozco que mi primera reacción tras la instalación fue de escepticismo. Para qué tomarse las molestias de bajar un programa alternativo cuando parece menos completo que el que "regala" Microsoft con el sistema operativo. Según pasan los días y, sobre todo, según voy personalizando y haciendo el navegador más a mi estilo le voy cogiendo el gusto. Y es que aquí es donde reside, en mi opinión, la principal ventaja de Firefox. La personalización, la gran capacidad de adaptación que tiene al gusto de cada uno.

Con una amplia comunidad de programadores trabajando gratuitamente para este proyecto, Firefox cuenta con muchas extensiones y mejoras que permiten añadir todas las funciones que uno pueda necesitar. Para el que añore la barra de herramientas de Google, para gestionar las descargas, imprimir páginas web, enlazarlas en el blog. E incluso permite personalizar los botones y la apariencia del programa al gusto de cada uno.

Una filosofía de programa que está a años luz de la filosofía de Microsoft. Después de varios meses e incluso años sin renovar seriamente el Internet Explorer, la empresa de software tiene al fin un rival que le va a hacer ponerse las pilas.

Entre Google y Firefox, Microsoft no puede respirar tranquila.